En la sociedad actual, el consumo de alcohol se ha arraigado profundamente en nuestras celebraciones, reuniones sociales y momentos de relajación. Sin embargo, detrás de la aparente camaradería de una copa, se esconde una verdad incómoda: los efectos del alcohol en nuestro organismo pueden ser mucho más perjudiciales de lo que imaginamos. En este artículo, exploraremos a fondo por qué el alcohol no es nuestro amigo, desmitificando la noción de que el consumo moderado es inofensivo.
El viaje del alcohol por nuestro cuerpo
Absorción
Cuando bebemos alcohol, pasa por el esófago al estómago donde se absorbe el 20%. El resto llega hasta el intestino y se termina de absorber para pasar a la sangre. Si hay alimento en el estómago se absorbe más lentamente, especialmente con grasas. También se absorbe más rápido el alcohol caliente o con bebidas gaseosas
Distribución
Una vez en sangre se distribuye por todos los órganos del cuerpo. El alcohol se disuelve en agua. Las mujeres tienen menos porcentaje de agua corporal, eso explica porqué entre un hombre y una mujer del mismo peso, la mujer sufriría antes los efectos del alcohol, pues se diluirá menos.
Metabolismo
Está influenciado por factores genéticos como las variaciones en las enzimas que lo metabolizan, y por el entorno, como la velocidad y cantidad de consumo.
El metabolismo ocurre en el hígado. Primero la enzima alcohol deshidrogenasa (ADH), más abundante en hombres= mayor tolerancia, rompe el etanol en acetaldehído (molécula altamente tóxica) y después, la enzima acetaldehído deshidrogenasa (ALDH) rompe este en acetato, que finalmente se descompone en agua y CO2.
Eliminación
Más del 90% se metaboliza en el hígado, el resto 10% se elimina con la orina, sudoración (por eso liberamos ese olor a alcohol) y respiración (de ahí la eficacia de las pruebas de soplar en el alcoholímetro). La eliminación es más lenta mientras duermes.
Efecto en los órganos
1. Corazón
En las primeras horas de consumo se dilatan los vasos sanguíneos y disminuye la presión arterial. Pero luego disminuye el diámetro de estos vasos por lo que la misma cantidad de sangre pasa más rápidamente, llega con más fuerza y velocidad al corazón, y aumenta la frecuencia cardiaca y el riesgo de taquicardia.
2. Sistema digestivo
Estimula la secreción de ácidos gástricos, causando irritación en el estómago que puede llegar a gastritis y pancreatitis (esto explica porque al día siguiente nos duele la tripa y somos más sensibles a lo que comemos).
Altera la microbiota intestinal (microorganismos de nuestro intestino que nos aportan muchos beneficios),. Aumentando el crecimiento de bacterias «malas» y disminuyendo las «buenas». Provocando malestar abdominal, obesidad, malnutrición, etc.
Altera la motilidad gastrointestinal, como resultado, algunas bebidas causan estreñimiento y otras diarrea.
3. Boca y dientes
Seca la boca al disminuir la cantidad de saliva, este limpiador natural que ayuda a neutralizar bacterias y eliminar restos de comida. Basicamente, el alcohol aumenta las bacterias y riesgo de enfermedades dentales. También daña el esmalte dental y causa mal aliento.
4. Piel
Aumenta el flujo de sangre porque se dilatan los vasos cutáneos. Es por esto que nos sonrojamos más y aumenta la temperatura superficial de la piel.
5. Riñones
Disminuye el efecto de la vasopresina o hormona antidiurética, la encargada de regular la reabsorción de agua en los riñones. Si no se reabsorbe, es decir, no pasa nuevamente a la sangre, se tiene que eliminar. Esta eliminación ocurre a través de la orina y con mayor frecuencia que de costumbre, como todos hemos comprobado después de un par de cervezas. Haciendo que el cuerpo se deshidrate.
6. Aparato reproductor y sexualidad
En el hombre, en dosis bajas, aumenta la testosterona y con ello el deseo sexual y el comportamiento agresivo. Sin embargo, mayores dosis disminuyen la testosterona provocando disfunción eréctil, reducción del impulso sexual, entre otros fallos.
En la mujer aumenta los estrógenos, alterando el ciclo menstrual, dificultad para la gestación y sequedad vaginal.
7. Ojos
Dilata los vasos sanguíneos de la esclerótica, volviendo los ojos más rojizos.
Altera la visión periférica y visión doble, pues nuestro cerebro no integra correctamente las imágenes. También aumenta la sensibilidad a la luz
Disminuye la producción de lágrimas y aumenta su evaporación, deshidratando el ojo.
Un consumo excesivo disminuye la capacidad de visión.
8. Hígado
Si se consumen cantidades muy elevadas de alcohol, éste pasará a ser el principal combustible del hígado, en lugar de las grasas como debe ser en una situación normal. Como resultado, las grasas no se degradan bien y se acumulan, causando hígado graso, inflamación y hasta cirrosis hepática.
9. Cerebro
Accede fácilmente al tejido cerebral y causa daños en:
Además tiene efecto anestésico en algunas partes del cerebro y suprime otras encargadas de frenar algunas acciones (eso explica porqué perdemos la vergüenza y hacemos cosas que normalmente no haríamos).
Nutricionalmente
¿Cuántas calorías tiene el alcohol?
El alcohol aporta 7kcal/g
Efectos nutricionales
Además, entre los efectos del alcohol a nivel nutricional sabemos que disminuye la absorción de ciertas vitaminas y minerales causando déficit de estos:
- Zinc: Encargado del crecimiento sano del pelo y salud de la piel.
- Selenio: Con el zinc, mantienen el funcionamiento correcto del sistema inmune.
- Ácido fólico: Ayuda a la absorción de hierro. Su déficit causa anemia.
- B1 y B6: Correcto metabolismo de hidratos de carbono y funcionamiento cerebral.
- Vitamina A y E: Antioxidantes
- Calcio: Fortalece los huesos.
Efectos del alcohol en el estado de ánimo y salud mental
A corto plazo su consumo causa efectos placenteros por la liberación de dopamina, serotonina y endorfinas. Por eso las personas beben para sentirse relajadas, felices y olvidar sus problemas. Sin embargo, los problemas no desaparecen y debemos beber más para sentirnos igual.
A largo plazo esto genera ansiedad, depresión y agresividad.
¿Qué enfermedades causa el alcohol?
- Enfermedades cardiovasculares como hipertensión, ataque al corazón, arritmias, derrame o accidente cerebrovascular
- Gastritis, pancreatitis, alteraciones intestinales e infecciones pulmonares.
- Hígado graso, cáncer de hígado, cirrosis.
- Cáncer: de mama, boca, laringe, esófago, colon, recto.
- Osteoporosis.
- Impotencia sexual, disminución de la libido y hasta infertilidad
- Demencia
Mitos:
- «El alcohol no es una droga»: Falso, si lo es.
- No existe una forma de eliminar más rápido el alcohol del cuerpo. Se elimina a una velocidad de 120mg/kg de peso corporal/h y esta no cambia aunque comas algo después, vomites o hagas ejercicio. Lo que si cambia es la velocidad de absorción como vimos anteriormente.
- La farsa de la moderación: NO hay cantidades de alcohol que sean saludables, la mejor dosis es 0%. Estudios actualizados afirman que incluso beber una copa de vino o cerveza al día es perjudicial y no aporta nada a la salud, contrario a lo que muchos piensan.
- La resaca no se cura bebiendo más. Suele pasar a las 24h y rehidratando bien el cuerpo.
- «El alcohol estimula el apetito»: Falso, estimula la producción de jugos gástricos pudiendo generar esta sensación, pero lo que hace realmente es volver al estómago más sensible a la comida.
- «Es digestivo»: Imagino que ya sabrás la respuesta a esto.
- La cerveza NO es adecuada como bebida de reposición después de correr.
- NO ayuda a entrar en calor, ni a dormir mejor.
Datos importantes:
- Cuanto más rápido se bebe, más alcohol llega a la sangre
- Bebidas fermentadas como vino o cerveza se absorben más lentamente
- Menores de 18 y mayores de 65 son más sensibles a su consumo
- Alternar agua y alcohol disminuye su consumo y previene la deshidratación, disminuyendo algunos síntomas de la resaca.
- Evita tomar medicamentos para la resaca con paracetamol ya que pueden dañar el hígado si se combinan con alcohol.
Conclusión:
Como ves, beber alcohol no nos aporta nada a ningún nivel. Nutricionalmente son «calorías vacías» sin nutrientes que el organismo pueda aprovechar. Todo lo contrario, impide la correcta absorción de estos.
En términos generales, el alcohol disminuye la transmisión sináptica en el sistema nervioso, es decir, la comunicación entre neuronas, causando un efecto depresor, aunque percibamos una sensación de euforia por sus efectos en ciertas partes del cerebro como ya vimos. También causa deshidratación en todo el cuerpo.
Todos estos efectos del alcohol están comprobados tanto a nivel científico como en la vida cotidiana. ¿Quién no lo ha pasado mal después de una noche loca? Mi recomendación es que lo suprimas todo lo posible, pero si esto te supone un agobio mental, quédate tranquilo reduciendo su consumo, opta por cerveza 0,0 (la cerveza sin alcohol sigue teniéndolo aunque en menos cantidad), bebe despacio y alterna con agua, ¡aprende a disfrutar siendo conciente! Tu cuerpo y mente lo agradecerán.
Te animo que me preguntes si tienes alguna duda o me cuentes tu opinión, ¡te leo!
Y si quieres también puedes contactarme personalmente 🙂
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